viernes, 25 de febrero de 2011

EL MODERNISMO CATALÁN

 Tema 4.1. La Restauración borbónica 
 Contenido de este post: Gaudí y el modernismo catalán (obras de arte para matura)




 
 
 Aunque Antonio Gaudí es sin duda el más importante de los artistas modernistas catalanes, no es el único. De hecho son muchos los arquitectos, pintores, escultores...que han hecho de Cataluña el centro del Modernismo en España. 

Pero...¿por qué Cataluña precisamente?
¿por qué nace este estilo tan personal  que mezcla barroco, mudejar y gótico en pleno siglo XIX?
¿pueden estar relacionados el Arte y la política?.

Todas las respuestas las hallarás en este vídeo, donde además podrás deleitarte con los colores,  los arcos, los mosaicos o la luz que nos ofrece la ciudad condal, Barcelona.



EL MODERNISMO CATALÁN

A mediados del siglo XIX la ciudad de Barcelona estaba superpoblada y constreñida en su crecimiento por sus murallas. En 1854 fueron demolidas y se sacó a concurso un plan de ensanche. Cinco años más tarde se aprobó, desde el Gobierno Central, el plan Cerdá, que preveía amplias manzanas, en forma de retícula, con jardines abiertos y amplios bulevares.
Es en esta época cuando Cataluña y su capital, Barcelona, empiezan su espectacular despegue económico. El vigor industrial había tenido en este territorio mucha más fuerza que en el resto de España, con lo que apareció una clase fuerte, una burguesía muy acomodada, que sería la promotora —la mecenas— de las obras de arquitectos como Gaudí. Los protectores de Gaudí —la familia López, Eusebi Güell, Batlló o Milá— fueron blasón de la burguesía conservadora desde 1880.



Barcelona fue sirviéndose de forma natural de los nuevos materiales y de una imagen para la nueva burguesía catalana, refinada y caprichosa y con dinero suficiente como para permitirse encargar obras a su altura. El estilo modernista iba a ser su imagen porque representaba el lujo, el refinamiento; pero también la movilidad, la organización, el cambio, el ritmo: algo análogo al comportamiento mercantilista de la clase. Y a ello se sumaba la construcción de una Cataluña fuerte: de una nación modélica y diferente al resto de España, pero que había de buscar sus señas de identidad en su mismo pasado histórico.
El modernismo no afectó a las estructuras y buscó en las artes industriales una nueva vía. De ahí la función ornamental del hierro, del vidrio, del color, de la cerámica, que se convierten en protagonistas del espacio. 

Artistas de esta corriente  destacan entre otros,  Puig i Cadafalch, Doménech i Montaner, Jeroni Granell i Manresa, Pere Doménech i Roura, etc. Fueron nombres que contribuyeron a dar un rostro a la nueva ciudad.
A finales del siglo XIX Cataluña estaba en plena expansión económica, en plena industrialización y con un crecimiento demográfico imparable. Los catalanes volvían la mirada al pasado. Y volvían los indianos de las colonias con dinero suficiente para invertir... y crear.

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